IRUYA, Salta, Argentina, 03/11/18.- Como cada año desde tiempos antiguos, se celebró en Iruya el 1 y 2 de noviembre “Todos Santos”. Esta costumbre forma parte del legado patrimonial que se mantiene vivo entre los habitantes de todo el territorio en que se extendió la cultura andina.
Las ofrendas son panes que amasa cada familia y tienen forma de ave u otros animales, de cruz, de escalera o de persona, y también algunas tienen formas abstractas. Son ofrendas a las almas de los difuntos de cada familia, que se colocan en una mesa en la cual se agregan, según las posibilidades económicas, de todo tipo de comidas y bebidas.
El 1 de noviembre queda preparada la mesa para que se alimenten las almas y se reza por ellas durante la noche. El día 2, las diferentes familias se trasladan al cementerio; allí se realiza una misa por los difuntos y se ponen nuevas coronas de flores en las tumbas.
Durante el resto del día la gente visita en grupos, casa por casa. En cada casa se reza por las almas de los difuntos de la familia anfitriona y luego se comparte entre todos la comida y la bebida ofrecida. Luego se reparten las ofrendas a los presentes y se levanta la mesa, con lo que se da por terminada la celebración.
En las imágenes puede verse ya preparada la mesa de ofrendas de la familia de la señora Asunta Maidana, el 1ro de noviembre. (Fotos: Pablo Harvey).
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