IRUYA, Salta, Argentina, 05/11/20.- Ofrendas de Todos Santos, un recuerdo de esta celebración, que se efectúa el 1 y 2 de noviembre de cada año. Se trata de panes con forma de palomas, animales y otros, horneados y decorados.
Muchas familias participan de Todos Santos año tras año, recordando y agasajando a sus difuntos. Y como cada familia hornea muchas ofrendas, la panadería del pueblo no vende pan durante la semana siguiente a la celebración.
Los ingredientes de las ofrendas de Todos Santos son harina, levadura, sal y grasa bovina. En tiempos sin pandemia, una familia puede utilizar una bolsa de 50 kg de harina, de la cual sale una gran cantidad de panes.
Primero se hace la masa y se la deja unos 20 minutos. Luego hay que sobar, confeccionar las ofrendas y decorarlas. Para ello, se prepara «una masita» que se colorea con témpera o carbón, según el color deseado. Con esa masa se hacen pequeños circulitos o rayas, que se adhieren a las ofrendas. Finalmente resta hornearlas, entre una hora o hora y media aproximadamente.

Todos Santos, una tradición que se mantiene
La celebración de Todos Santos sigue intacta. Muchos iruyanos que en la actualidad residen en otras localidades del país, mantienen viva esta costumbre. Y para el 1 y 2 de noviembre preparan las ofrendas y ponen la mesa para agasajar a los difuntos de la familia.
Una tradición que se mantiene ayuda a que la identidad no se pierda. El saber de los ancestros se transmite de generación en generación.
Nota: las ofrendas de la foto de portada fueron confeccionadas por la familia de Claudia Chapor. (Ph: Pablo Harvey).