IRUYA, Salta, Argentina, 22/03/20.- El gobierno nacional dio a conocer ayer por la noche que se detectaron 67 casos nuevos de COVID-19, con lo que la cifra total desde que se confirmó el primer infectado el 5 de marzo asciende a 225; de este total, 4 personas fallecieron.
Si se mira la curva de los casos positivos confirmados en los últimos 5 días, puede verse que el 16 de marzo se descubrieron 9 casos, el 17 fueron 14, el 18 se confirmaron 19, el 19 fueron 31, el 20 se confirmaron 30 y, en el día de ayer la cantidad saltó a 67 casos confirmados.
Este aumento en la aparición de infectados está en sintonía con lo que se venía esperando, en base a lo que ya se ha dado en otros países a los que llegó el virus con anterioridad a Argentina.
El gobierno nacional espera poder “planchar la curva” lo antes posible, y para ello se tomaron las medidas de aislamiento obligatorio que supone la cuarentena establecida.
Sin embargo, gran parte de la sociedad parece no haber tomado debida conciencia del peligro de expansión de la pandemia en nuestro país. Hace unas horas el número de detenidos por no respetar la cuarentena ascendía a más de 3200 personas, pese a que el presidente Alberto Fernández advirtió “a los que no han entendido la gravedad del problema que enfrentamos” y que el gobierno será “inflexible en hacer cumplir la ley”.
En Ituzaingó, Buenos Aires, un grupo de personas apedreó a la policía cuando intentaban hacerlos cumplir la cuarentena; los efectivos debieron buscar refuerzos para hacer cumplir la norma.
El gobierno nacional analiza seriamente endurecer las medidas, dado que la gente no acepta en su totalidad el aislamiento impuesto como medida preventiva. Nos enfrentamos también a enemigos como la irresponsabilidad, la “viveza criolla”, la falta de solidaridad y la picardía. El último recurso a utilizarse sería el estado de sitio, que no ha sido descartado.
Hasta en Iruya, la policía informó que durante las rondas realizadas ha tenido que intimar a personas a que vuelvan a sus casas, ya que se negaban a hacerlo.

Ante toda esta situación descabellada, cabe preguntarse: ¿qué esperamos para tomarnos esta situación verdaderamente en serio? Se ha repetido hasta el cansancio que estamos en una guerra contra un enemigo invisible. Que una de las mejores armas que tenemos, si no la mejor, es el aislamiento. Entonces, ¿qué tiene que suceder para que actuemos responsablemente como sociedad? ¿O debemos de antemano declarar perdida la batalla, tal vez la guerra? Hoy se cumple el tercer día de aislamiento obligatorio. Es necesario un cambio radical en la conducta de todos los argentinos. No sirve que la cuarentena se haga parcialmente.
Todavía no llegó lo peor, pero vamos derecho a ello. Estamos cada vez más cerca de llegar al ojo de la tormenta. Cuando todo pase, vendrán tiempos de ver cómo reparamos los daños económicos causados por la pandemia. La prioridad absoluta ahora es seguir vivos.
En el caso particular de Iruya (y de muchos otros pueblos o municipios de características similares), hay un gran riesgo de que si se declara la infección el resultado sea una gran tragedia. Ojalá entonces que se haga cumplir el aislamiento, que todos lo respetemos y lo hagamos respetar denunciando a los irresponsables que no cumplan con las normas de prevención. Si no es así, en poco tiempo estaremos lamentándonos de no haber extremado las medidas de prevención.
Cumpliendo y haciendo cumplir es, entonces, la única forma que tenemos de poder disminuir los efectos de la pandemia que nos acecha muy de cerca.
En Italia, una sociedad que tiene tendencia a no ser demasiado respetuosa de las normas y cuyo sistema de salud tiene serias deficiencias, algo similar a lo que sucede en Argentina, ya se registra el mayor número de muertes por coronavirus del mundo: 4825. Y solamente en el día de ayer fallecieron 793 personas. Algo para tener muy en cuenta como sociedad.
En cambio Alemania, a pesar de ser el quinto país con mayor número de contagios por coronavirus en el mundo, apenas registra 44 muertes desde que detectó su primer caso el pasado 27 de enero. La sociedad alemana, además de tener un sistema de salud muy avanzado, es muy respetuosa de la ley. Y esto es muy probable que haya ayudado al excelente resultado, si se lo compara con lo sucedido en Italia y España, sociedades más parecidas a la nuestra. Alemania, además, informó que está en condiciones de hacer 160 mil exámenes por semana. En estos momentos, con el instituto Malbrán como único lugar de referencia para hacer los exámenes de casos sospechosos por coronavirus en Argentina, se pueden realizar unos 180 análisis diarios. El ministro de Salud Ginés Gonzalez García comunicó la adquisición de 40 equipos y 50 mil reactivos para usar con el kit para el coronavirus SARS-CoV-2 que el país recibió de la OPS/OMS y estarán disponibles la semana que viene, lo cual ampliará la capacidad de análisis a ser realizados.
Esta pandemia por coronavirus ya es histórica. Algo que demuestran las palabras con que Angela Merkel, canciller alemana, se dirigió a la población de ese país: “Permítanme decirles: la situación es seria. Tienen que tomarla también en serio. Desde la reunificación de Alemania… no, desde la Segunda Guerra Mundial, no se había planteado a nuestro país otro desafío en el que todo dependiera tanto de nuestra actuación solidaria mancomunada”.
Excelente columna!!!
muchísimas gracias, laly!!!
saludo desde iruya,
pablo harvey – editor