
SALTA, 17/03/14.- Sigue firme la polémica por la supuesta intromisión boliviana en territorio salteño. Los expertos están divididos, pero todos coinciden en que se trata de un problema de demarcación que de límites. Desde 1925 las fronteras internacionales de nuestra provincia se encuentra establecidas, pero aún habría dificultades de demarcación sobre el territorio.
En enero, el Ministerio de Relaciones Exteriores desmintió que existan problemas de límites con Bolivia, a pesar de ello unas cincuenta familias salteñas aseguran que autoridades bolivianas les exigieron abandonar sus tierras. Cancillería, mediante un comunicado oficial, desmintió que Bolivia haya movido el amojonamiento en la zona del Valle del Silencio, en el departamento de Santa Victoria Oeste.
“El límite internacional entre Argentina-Bolivia está determinado por el Tratado Definitivo de Límites del año 1925. No se ha modificado, ni existe ningún proyecto de hacerlo, el límite internacional como informan erróneamente algunos medios”, señala el comunicado. Desde Relaciones Exteriores se negó el conflicto y que no existe el desplazamiento al sur de la frontera entre Bolivia y Argentina, denunciado por medios de prensa y pobladores de Santa Victoria Oeste, que según dijeron afectaría a unas 50 familias y representaría una pérdida de por lo menos 600 kilómetros cuadrados de territorio nacional.
Los habitantes del Valle del Silencio, uno de los lugares más remotos del país, denunciaron que hasta hace dos años los hitos de la frontera estaban ubicados a 32 kilómetros de sus propiedades y hoy los tienen encima. “No perdimos ni un centímetro de nuestra tierras y si esto hubiera sido así estaríamos en el lugar para solucionarlo”, explicó el senador por el departamento de Santa Victoria Oeste, Lino Flores, quien agregó que “lo que sucedió fue que se instaló un mojón bajando una perpendicular sobre los dos hitos y eso nos molestó pero ya se solucionó. Ahora se está terminando con los trámites para darle la doble nacionalidad a los vecinos de Abra Santa Cruz, pero nuestro país fue el que siempre asistió a esta gente porque la gente de Bolivia nunca había llegado ahí”.
Un poco de historia
Los problemas de límites en el norte de Salta tienen vieja data, un ejemplo de ello es el de Tarija, que merced a dos cédulas del rey de España del 17 de febrero de 1807 ordenaron segregar el partido de Tarija de la intendencia de Potosí y del arzobispado de Charcas e incorporarlos a la intendencia de Salta del Tucumán y al obispado de Salta, esta situación se mantuvo, hasta 1889, a pesar de los reclamos, las idas y vueltas e inclusive hasta los enfrentamientos armados entre Argentina y Bolivia.
Por el tratado Quirno Costa-Vaca Guzmán del 10 de mayo de 1889, ligeramente modificado en 1891 y puesto en vigencia el 10 de marzo de 1893, la línea limítrofe fue delineada de tal manera que la Argentina hacía una renuncia implícita a su reclamo sobre Tarija. Bolivia, en compensación, cedió un territorio que había perdido militarmente: la Puna de Atacama, territorio que se encontraba en poder de Chile luego de la Guerra del Pacífico (1879-1880).
Debido a que durante la demarcación de la frontera se halló que el pueblo boliviano de Yacuiba se hallaba al sur del paralelo 22° Sur y no al norte como lo situaban los mapas, se firmó el convenio del 28 de enero de 1904 modificando el trazo de la línea de frontera al llegar al pueblo de Yacuiba a fin de que este pueblo y su zona adyacente se mantuviesen en el territorio boliviano. Los límites fueron ajustados por el tratado definitivo de límites del 9 de julio de 1925.
Yacuiba, que al estar emplazada al sur del paralelo de 22° sur, debía pertenecer al territorio argentino, fue entregada a Bolivia, junto con un territorio adyacente de 30 km2, por demanda de sus propios pobladores. Todas esta modificaciones y adecuaciones de los límites entre los dos países fueron zanjados definitivamente en 1925, inclusive los de la zona de Quebrada santa Cruz y Valle del Silencio, hoy no en disputa, sino en discusión por su demarcación definitiva.
Más aclaraciones
Poco después de las publicaciones periodísticas, que denunciaron la supuesta toma de tierras argentinas, por parte del gobierno boliviano, desde la Embajada Argentina en Bolivia aclararon al diario Pagina 12 que “no se firmaron acuerdos con autoridades bolivianas que hubieran modificado o alterado de alguna forma los límites o los hitos existentes, y por lo tanto no se perdieron 600 kilómetros cuadrados de territorio argentino como fue erróneamente difundido”.
Magalí Gómez, vocera de la Embajada, explicó que “desde 1940, sobre la línea recta que es el límite entre los dos países, se colocaron seis hitos, de los cuales uno está ubicado en el cerro Peña Orko y otro en el cerro Mecoya, sin existir nunca un mojón ubicado 32 kilómetros al norte de Abra de Santa Cruz”. Por su parte la Comisión Nacional de Límites (Conali), de la Argentina, el año pasado completó la colocación de mojones sobre la línea recta limítrofe, colocando un séptimo hito en el sector Abra de Santa Cruz, ya que, por razones geográficas, desde el valle del Río Santa Cruz no se pueden observar los hitos Peña Orko y cerro Mecoya. Las aclaraciones oficiales están terminadas, pero aún resta estudiar y comprender el problema que enfrentan estas familias argentinas, que dicho sea de paso son las mismas que están sobre el lado boliviano y sólo separadas por una línea imaginaria.
(Fuente: EL INTRANSIGENTE)
Uno de afuera no tiene claro este problema de límites, pero si tanto se habla creo que habría que escuchar a los lugareños, prestarle la atención debida y evitar así que sucedan hechos de este tipo de los cuales nos lamentaremos cuando sea tarde. Hay que revisar los hitos porque en algunos lugares los mojones “caminan”.