IRUYA, Salta, Argentina, 06/05/20.- Los ríos de la zona son una manifestación de la Madre Tierra. Agua cristalina que brota de la profundidad de los cerros y se convierte en pequeños manantiales que luego se juntan para formar el torrente puro que corre raudo entre las piedras coloridas, en los cauces que fueron excavados desde tiempos remotos por el agua que permite la vida, y el viento. Callejones de altas paredes por los cuales hoy circulan las personas; el espectáculo que se presenta a la vista es maravilloso. (Ph: Roberto Antonio Stancich).
