Sacándose una selfie en el centro de Iruya, al lado de la iglesia, Eri y Diego están contentos y agradecidos por poder disfrutar de un lugar tan especial.
Es que Iruya motiva hermosas sensaciones a quienes llegan, desde todas latitudes. Un pueblo en el corazón de las montañas salteñas, habitado por gente amable y respetuosa, que ama su tierra y mantiene vivas sus tradiciones.
En el centro de Iruya, como se aprecia en la foto, está el cartel con el nombre escrito con letras fabricadas con un diseño original, alegre. En ese lugar suelen juntarse varias personas, tanto lugareños como visitantes. Sentarse con un termo a tomar mate, o visitar algunos de los puestos de artesanías locales o comidas, o simplemente a descansar un rato después de una caminata, son algunas de las opciones. Es también un punto de reunión y el lugar de llegada al pueblo. Allí llegan caminando desde la Terminal quienes han optado por el viaje en ómnibus. También es paso obligado para quienes llegan en su vehículo.
Dependiendo del horario, también se pueden ver varios puestos que ofrecen diferentes productos a la venta, entre los que se pueden mencionar artesanías o algo para comer.
(Ph: Oasis por el Mundo).
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