IRUYA, Salta.- Contemplando una vista fantástica, de ensueño. Entre las nubes bajas que se disipan de a ratos, se ven hacia abajo los campos de cultivo iluminados por la luz del sol. Más atrás, los cerros son testigos silenciosos…

IRUYA, Salta.- Contemplando una vista fantástica, de ensueño. Entre las nubes bajas que se disipan de a ratos, se ven hacia abajo los campos de cultivo iluminados por la luz del sol. Más atrás, los cerros son testigos silenciosos…