IRUYA, Salta, Argentina, 13/08/19.- Si venís a Iruya, una opción imperdible es caminar hasta donde se juntan el río Iruya con el San Isidro. Allí hay más agua; agua cristalina que trae el río San Isidro.
Y el paisaje hará que estés contento de haber caminado hasta allí: el murmullo del agua que corre entre las piedras, las montañas que impactan con su tamaño y sus colores, y un cielo celeste purísimo que invita a meditar.
El sentimiento que surge ante tanta belleza es la gratitud, desde lo más profundo del corazón. (Foto: Anna Neme). — en NOTIRUYA – El Periódico de Iruya.