IRUYA, Salta, Argentina, 12/09/19.- Recorrer el camino que conduce a Iruya es una experiencia que no se olvida. Sus curvas, su trazado caprichoso, sus quebradas, los altos cerros, los pequeños pueblitos abajo, como si fueran de juguete, provocan asombro y emoción una y otra vez. (Foto: Mabel Ader).
