IRUYA, Salta, Argentina, 24/10/20.- A veces, pocas, puede nevar en el pueblo de Iruya. El pasado año nevó en julio, y bastante. Las calles, los techos y varios árboles se cubrieron de blanco. Los vecinos, sorprendidos, salían a presenciar la caída de los copos silenciosos. Y muchos niños no podían dar crédito a lo que sucedía: era la primera vez en su vida que veían una nevada.
Y el paisaje se convirtió en una sinfonía de tonos blancos y grises. Como puede apreciarse en la magnífica vista en la banda del río Milmahuasi. (Ph: Pablo Harvey).
Qué maravilloso momento!!