IRUYA, Salta, Argentina, 23/09/20.- La tarde cae sobre el pueblito montañés. Detrás de los ojos del observador el sol desciende sobre el filo de las montañas. Y en sentido contrario, mientras la sombra va ganando terreno, las montañas se proyectan oscuras sobre las otras montañas aun iluminadas por los postreros rayos del rey de los astros.
Sombras que crecen cual deidades que despiertan al ver aproximarse la noche. Criaturas que parecen tomar vida en forma de montañas de color gris oscuro. La luz se despide, las sombras crecen contentas sabiendo que tienen muchas horas para ejercer su mandato. El eterno cambio cíclico: algo sube y algo baja, algo baja y algo sube. Misterios a la vista de quien quiera observarlos. (Ph: Pablo Harvey).

qué lindísima foto! El texto te va envolviendo en una atmósfera de goce y quietud. Excelente para empezar el día con una sonrisa.
muchas gracias, euterpe. es una alegría saber que te gustó.