Las montañas silenciosas. Colores y más colores se revelan a la vista; abajo, se oye el río San Isidro. Y a lo lejos se ve una pequeña parte de Iruya. Volviendo de Panti Pampa. (Foto: Iván Wasinger)
Las palabras no alcanzan. Los sentidos son puestos a prueba…
Dios estaba inspirado cuando pintó los colores de esas montañas!