
El “Solsticio” es la posición Solar en el Ecuador celeste (latín: “sol sistere” o “Sol quieto”). El Solsticio de Invierno, es el día más corto del año por estar la Tierra más inclinada respecto al Sol y recibe menos luz. A los tres días los días se hacen más largos y la noches mas cortas. Arquetipo de renacimiento.
Las culturas antiguas marcaron el inicio de su Año Nuevo. En el Solsticio de Invierno celebraban rituales por el “nacimiento del nuevo Sol”, “primera” salida del Sol iniciando días más calurosos, luminosos y largos. El Sol regresa de su viaje anual al Sur en su lento retorno al Norte.
De acuerdo al calendario gregoriano, el que usamos comúnmente, hoy 20 de junio a las 19.00 horas es cuando los rayos caen directamente sobre el trópico de Cáncer y se produce el Solsticio de invierno en el Hemisferio Sur. Es el día más corto y la noche más larga del año.
En los Solsticios, los rayos solares llegan a los límites máximos que pueden alcanzar. Caen en forma vertical al norte y sur del Ecuador sobre los trópicos.
Los solsticios marcan el cambio de estaciones, siendo los dos puntos en los que la Tierra se encuentra más “chueca” respecto de los rayos solares. En ellos el Sol está en el punto más lejano al que puede llegar respecto de la tierra.
Los pueblos quechuas, aymaras, kollas, rapanui y mapuches, que tienen una economía agraria, celebran el año nuevo indicado por el solsticio de invierno (en el caso de los pueblos andinos es la fiesta del Inti Raymi), como una época de purificación y renovación.
Este hecho anuncia para las culturas ligadas a la tierra el despertar de las actividades que prepararán las siembras para una nueva temporada. Con ceremonias de purificación, los mapuches, uno de los principales pueblos originarios de Chile y Argentina, celebran el Wetripantu, el Año Nuevo indígena.
La visión indígena se basa en que desde esta fecha, el progresivo desplazamiento del sol hacia el sur da inicio a un nuevo ciclo de vida, y de la relación armónica del hombre con la naturaleza, además de que comienza un nuevo ciclo astronómico y agrario.
El solsticio de invierno marca el nacimiento de un nuevo ciclo de la naturaleza, en el cual comienzan a brotar las semillas, cambia el pelaje de los animales y el hombre y la tierra renuevan sus energías y se purifican.
A partir de este solsticio, en nuestro hemisferio la noche irá disminuyendo diariamente en un minuto, lo que irá haciendo “crecer” el día en la misma proporción, hasta que el 21 de septiembre se produzca el equinoccio, que da paso a la primavera.